Cuando un pobre muere de hambre, no es porque Dios se haya olvidado de él. Sucede porque hemos rehusado actuar como instrumentos de amor en las manos de Dios para ofrecer a un pobre, hombre o mujer, un trozo de pan, para procurarle una pieza de ropa con que cubrirse del frío.
(Santa Teresa de Calcuta)
Feliz día del Señor. Celina









