Hoy los magos disciernen con profundo asombro lo que allí contemplan: el cielo en la tierra, la tierra en el cielo, el hombre en Dios, Dios en el hombre, y a aquel a quien no puede contener el universo encerrado en un pequeño cuerpecillo. Y, al verlo, creen, y no dudan y lo proclaman con sus dones simbólicos: el incienso, con el que profesan su divinidad; el oro, expresión de la fe en su realeza; la mirra, como signo de su condición mortal.
(San Pedro Crisólogo)
Feliz fiesta de la Epifanía del Señor. Celina









