San Bonifacio

Mantengámonos en la justicia y preparemos nuestras almas para la prueba; sepamos aguantar hasta el tiempo que Dios quiera y digámosle: “Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación”.
Tengamos confianza en él, que es quien nos ha impuesto esta carga. Lo que no podamos llevar por nosotros mismos, llevémoslo con la fuerza de aquel que es todopoderoso y que ha dicho: “Mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.

(San Bonifacio)

Feliz día del Señor. Celina

Santo Tomás de Aquino

No hay ningún sacramento más saludable que este, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.
Se ofrece, en la Iglesia, por los vivos y por los difuntos, para que a todos aproveche, ya que ha sido establecido para la salvación de todos.

(Santo Tomás de Aquino)

Feliz día del Señor, festividad del Corpus Christi. Celina

Liturgia de las Horas

Oh Padre de las gracias, Luz de tu gloria, el Hijo;
de los dos el Espíritu: amor inmenso y único.
De ti, benigna Trinidad, procede cuanto existe:
Consumas y sostienes lo que en ti tiene origen.
Da a quienes agraciaste con tu adopción paterna
que templos a ti gratos sus almas siempre sean.
Oh Luz divina, llévanos a darte, con los ángeles,
eternas alabanzas por un amor tan grande.

(Liturgia de las Horas)

Feliz día del Señor, Domingo de la Santísima Trinidad. Celina

Papa Francisco

Sin el fuego del Espíritu las profecías se apagan, la tristeza suplanta la alegría, la costumbre sustituye al amor, el servicio se transforma en esclavitud. Viene a la mente la imagen de la lámpara encendida junto al tabernáculo, donde se conserva la Eucaristía. También cuando la iglesia se vacía y cae la noche, también cuando la iglesia está cerrada, esa lámpara permanece encendida, continúa ardiendo: no la ve nadie, pero arde ante el Señor. Así es el Espíritu en nuestro corazón, está siempre presente como esa lámpara.

(Papa Francisco)

Feliz día del Señor, Pentecostés. Celina

San Agustín

¿Por qué no vamos a esforzarnos sobre la tierra, de modo que gracias a la fe, la esperanza y la caridad, con las que nos unimos con Cristo, descansemos ya con él en los cielos? Mientras él está allí, sigue estando con nosotros; y nosotros, mientras estamos aquí, podemos estar ya con él allí. Él está con nosotros por su divinidad, su poder y su amor; nosotros, en cambio, aunque no podemos llevarlo a cabo como él por la divinidad, sí que podemos por el amor hacia él.

(San Agustín)

Feliz día del Señor, Ascensión del Señor. Celina

José María Rodríguez Olaizola

Tocas mi verdad desnuda,
despojada de máscaras, de excusas, de apariencias…
pero ese tacto no duele.
Rozas los miedos y renace el valor.
Acaricias la angustia y germina la paz.
Abrazas la congoja de los días inquietos
y resurge, invencible, la vida.
Besas las llagas de nuestra historia, las sanas
y vuelven las fuerzas, la risa, la fiesta, el encuentro.
Tocas, Palabra cercana, Presencia escondida.

(José María Rodríguez Olaizola)

Feliz día del Señor. Celina

Francisco Osuna Llorente

Sal, Señor, de tu sagrario,
sal, Señor, de tu rincón.
Rompe las puertas del templo
y verás nuestro dolor.
Mira al mundo quebrantado,
desesperanzado y sin rumbo,
cargados con tantas penas
que agoniza moribundo.
Aquí me tienes, Señor,
delante de tu sagrario.
No te calles por más tiempo
permaneciendo encerrado.
Sal, Señor, de nuevo al mundo,
ven de nuevo con nosotros.
Aviva nuestra esperanza
al ver de nuevo tu rostro.

(Francisco Osuna Llorente)

Feliz día del Señor. Celina

Tomás de Kempis

Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por Mí, no te abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y consuele en todo lo que viniere. Yo basto para galardonarte sobre toda manera y medida. No trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre con dolores. Espera un poco y verás qué rápido pasan los males; vendrá una hora en que cesará todo trabajo e inquietud. Poco y breve es todo lo que pasa con el tiempo.

(Tomás de Kempis)

Feliz día del Señor. Celina

Joseph Whelan

No hay nada más práctico que encontrar a Dios.
Es decir, enamorarse rotundamente y sin ver atrás.
Aquello de lo que te enamores,
lo que arrebate tu imaginación, afectará todo.
Determinará lo que te haga levantar por la mañana,
lo que harás con tus atardeceres,
cómo pases tus fines de semana,
lo que leas, a quien conozcas,
lo que te rompa el corazón
y lo que te llene de asombro
con alegría y agradecimiento.
Enamórate, permanece enamorado,
y esto lo decidirá todo.

(Joseph Whelan)

Feliz día del Señor. Celina

San Pablo

Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor. Para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de vivos y muertos.

(San Pablo)

Feliz día del Señor. Celina