Señor, que yo no me apegue a nada; haz que mi espíritu se mantenga completamente libre de todas las cosas para perseverar en el profundo silencio que es necesario para escuchar íntima y delicadamente tu palabra, pues tú hablas al corazón en la soledad, en suma paz y quietud. (San Juan de la Cruz)
Feliz día del Señor. Celina






