
El amor desea el secreto y, aunque los amantes no tengan que decirse nada secreto, se complacen, no obstante, en decirlo secretamente. El Amor no habla únicamente por medio de lengua, sino de los ojos, los gestos, las actitudes. Sí, incluso el silencio le sirve de palabra.
(San Francisco de Sales)
Feliz día del Señor. Celina








