Benedicto XVI

El Adviento nos invita a detenernos, en silencio, para captar una presencia. Es una invitación a comprender que los acontecimientos de cada día son gestos que Dios nos dirige, signos de su atención por cada uno de nosotros.

(Benedicto XVI)

Feliz día del Señor, I domingo de Adviento. Celina

San Juan Pablo II

Cristo subió a la cruz como un Rey singular: como el testigo eterno de la verdad. Este testimonio es la medida de nuestras obras, la medida de la vida. La verdad por la que Cristo ha dado la vida -y que la ha confirmado con la resurrección- es la fuente fundamental de la «dignidad del hombre». Es necesario que, bajo esta luz, sepamos participar en toda esfera de la vida contemporánea y formarla.

(San Juan Pablo II)

Feliz día del Señor, festividad de Jesucristo, Rey del Universo. Celina

San Alberto Hurtado

Es necesario comenzar por salir del ambiente enfermizo de preocupaciones egoístas. Hay gente que vive triste y atormentada por recuerdos del pasado, por lo que los demás piensan de él en el presente, y por lo que podría sucederle en el futuro. Que se olviden, pues, de sí y se preocupen de los demás, de hacerles algún bien, de servirlos y los fantasmas grises irán desapareciendo.

(San Alberto Hurtado)

Feliz día del Señor. Celina

San Juan XXIII

Es una verdad indiscutible que todos recibiremos un día la visita de la hermana muerte. A veces se presenta de un modo brusco e inesperado. Pero, si nuestro árbol ha sabido dar sus frutos, si su misión termina bien, en conformidad con la voluntad divina, entonces permaneceremos tranquilos, imperturbables.

(San Juan XXIII)

Feliz día del Señor. Celina

Benedicto XVI

¿Cómo podemos llegar a ser santos, amigos de Dios? A esta pregunta se puede responder ante todo de forma negativa: para ser santos no es preciso realizar acciones y obras extraordinarias, ni poseer carismas excepcionales. Luego viene la respuesta positiva: es necesario, ante todo, escuchar a Jesús y seguirlo sin desalentarse ante las dificultades.

(Benedicto XVI)

Feliz día del Señor, fiesta de Todos los Santos. Celina

San Alfonso María de Ligorio

¿Por ventura Dios no merece todo nuestro amor? Él nos ha amado desde toda la eternidad. «Considera, oh hombre -así nos habla-, que yo he sido el primero en amarte. Aún no habías nacido, ni siquiera existía el mundo, y yo ya te amaba. Desde que existo, yo te amo.»

(San Alfonso María de Ligorio)

Feliz día del Señor. Celina

San Cirilo de Jerusalén

Así como el grano de mostaza, aunque pequeño en tamaño, está dotado de una fuerza parecida a la del fuego y, plantado aunque sea en un lugar exiguo, produce grandes ramas hasta tal punto que pueden cobijarse en él las aves del cielo, así también la fe, cuando arraiga en el alma, en pocos momentos realiza grandes maravillas.

(San Cirilo de Jerusalén)

Feliz día del Señor. Celina

San Pedro Julián Eymard

La Eucaristía es, en verdad, la vida del alma y de la sociedad humana, como el sol es la vida de los cuerpos y del mundo entero. Sin el sol la tierra es estéril; el sol la alegra, la embellece y enriquece; el sol da a los cuerpos eficacia, vigor y hermosura.

(San Pedro Julián Eymard)

Feliz día del Señor. Celina

San Agustín

Investiga las cosas que son necesarias y verás cuan pocas son. Ved que no sólo es poco lo que os es suficiente, sino que ni siquiera Dios os exige mucho. Pide lo que te dio, de ello quita lo que te sea necesario; los demás bienes, que son superfluos para ti, a otros son necesarios. Posees lo ajeno cuando posees lo superfluo.

(San Agustín)

Feliz día del Señor. Celina