Te has de unir a Dios en todo evento, en la mañana tibia y soleada, lo mismo que en el cierzo de la noche.
Cuando la hiedra se abraza al muro es para siempre; lo ama en el verano ardiente, igual que en el invierno helado.
Porque no ha de ser para ti lo más deseado, sino caminar en compañía de Quien es tu salvación y tu ventura.
(Manuel Marín Triana)
Feliz día del Señor. Celina









