
La salud
no se siente, se recrea
sin sentirse, en su quietud;
virtud que se paladea,
apenas si es ya virtud.
La virtud más eminente
es hacer sencillamente
lo que tenemos que hacer.
Cuando es simple la intención,
no nos asombran las cosas
ni en su mayor perfección.
El encanto de las rosas
es que siendo tan hermosas
no conocen que lo son.
(José María Pemán)
Feliz día del Señor. Celina