
Bienaventurado eres peregrino
si descubres que el camino te abre los ojos a lo que no se ve.
Si en el camino te encuentras contigo mismo
y te regalas un tiempo sin prisas
para no descuidar tu corazón.
Si descubres que un paso atrás para ayudar a otro
vale más que cien hacia delante sin mirar a tu lado.
Si te faltan palabras para agradecer
todo lo que te sorprende en cada recodo del camino.
Si descubres que el camino tiene mucho de silencio;
y el silencio, de oración; y la oración, de encuentro
con el Dios de Amor que te espera.
(Autor desconocido)
Feliz día del Señor, I Domingo de Adviento. Celina